El estado de la nación: un año de fracasos.
Aunque Rajoy se curó en salud afirmando que no veía brotes verdes (cosa que, por cierto, sí que han visto varios de sus ministros), su descripción del estado de la nación fue una justificación de su política. Una política que ha permitido que “España sacara la cabeza del agua”. Esto sería mucho más que un tímido brote. Sería un logro gigantesco, si no fuera porque nada tiene que ver con la realidad.
Los datos sobre los que hilvanó su diagnóstico no pueden ser más frágiles y trucados.
- Parece que el gran logro del ejercicio 2012 es presentar un déficit por debajo del 7%. Para empezar eso ya es incumplir el Objetivo marcado y solemnemente prometido, en nombre del cual se han impuesto brutales recortes a la población. Pero es que, además, en esa cifra del 7 % no computan las ayudas a la Banca. Ni tampoco se imputan gastos de 2012 desplazados a 2013. Ni ingresos correspondientes a 2013 que se adelantan a 2012. En definitiva, parece que esa cifra del 7 % se logra sobre la base de un poco de “magia potagia contable”. Más allá de estas habilidades, las cosas se ven con más claridad si nos referimos a lo que pasa con al enorme nivel de endeudamiento que sufre el país. El dato de pasivos en circulación indica que, en el último año, la economía en su conjunto no se está desendeudando. Los hogares y las empresas no financieras sí que lo hacen aunque de forma ligera. Pero los bancos y, sobre todo, las administraciones públicas aumentan sus deudas (computen o no a efectos de la UE). En definitiva, a lo que hemos asistido en 2012 es al estrepitoso fracaso de la política de recortes a ultranza, ya que el déficit no se ha reducido sustancialmente y la deuda no hace sino crecer.
- “España ha recuperado la confianza”. Este es otro de los logros de Rajoy. Si medimos la confianza por la prima de riesgo, resulta que Rajoy “heredó” una prima en los 330 puntos. Ahora está en 355. ¿Dónde está la confianza ganada? ¿Cómo se mide? Eso sí, a lo largo del año la prima superó los 600 y estuvimos al borde del rescate, aunque si bien se mira, estamos intervenidos en la práctica, lo cual indica la mayor desconfianza posible. Si Rajoy se refiere a la situación que tuvimos este verano, algo hemos mejorado. Pero es que sus estúpidas decisiones en relación a la crisis bancaria fue lo que nos llevó al borde del abismo. En relación a las consecuencias de sus decisiones estamos algo mejor; pero en relación a la herencia recibida del anterior Gobierno, no estamos mejor, sino peor. Que ya es decir.
- El gran brote verde es la balanza por cuenta corriente. El incremento de las exportaciones es, sin duda, una buena noticia. Sin embargo, no podemos cantar victoria. Con una UE en recesión, por mucho que bajen los salarios en España no cabe esperar una gran mejoría ya que para alguien exporte hace falta que otro importe. Lo cual lleva a otra reflexión: el modelo que la derecha quiere imponer en España es aumentar la competitividad basándose en bajos salarios. Es un modelo insostenible. La competitividad solo puede crecer de un modo sostenido y equilibrado si se basa en la innovación. Un modelo basado en una constante rebaja salarial (es en lo que estamos) no irá muy lejos.
En definitiva, el estado de la nación refleja un clamoroso fracaso de las políticas que dicta la banca alemana y aplica Rajoy.
Y Rajoy no dijo ni una palabra de lo que nos espera. En 2013 van a “ajustar” las pensiones y el desempleo. Es un secreto a voces al que, naturalmente, no se ha referido Rajoy. Un modelo de transparencia, vamos.
Es fama que la derecha gestiona la economía mejor que la izquierda. No es cierto. Eso es lo que han hecho creer a la gente. En realidad, la gestión de la economía española responde a los intereses de la banca alemana. Solo si creemos que sus intereses están alineados con el interés general de los ciudadanos españoles podemos defender esa gestión. Pero, desgraciadamente, no es así.