Hoy, los trabajadores hemos vuelto a salir a la calle.
Pero esta vez, no sólo como el homenaje que rendimos cada 1º de mayo a aquellos valientes solidarios. Este año, la
manifestación del Día del Trabajo es
más necesaria que nunca. Cuando menos, más necesaria de lo que ha venido siendo últimamente.
El 1 de mayo de 2012 salimos a la
calle a reivindicar nuestros derechos, los que nos arrebatan HOY. A defender el derecho a un trabajo
digno. A luchar contra la “ola de recortes de derechos sociales y laborales” que se está inventando el Gobierno del PP, amparados en unas cifras de desempleo superiores a los 5.600.000
personas, que no saben cómo resolver y que suponen el mayor ataque contra los derechos de l@s trabajadores en los ultimos 30 años y que rompe el marco laboral y social establecido en LA CONSTITUCIÓN.
En los últimos 4 meses no
ha aparecido la varita mágica de Rajoy, que iba a traer la confianza a los
mercados (hoy tenemos menos confianza internacional que con el denostado Zapatero). Sólo recortes y más recortes. Eso sí, en lo que nos interesa. ¿Sabías que hoy, el Presidente del Gobierno tiene más asesores que el anterior? 30 asesores más (en esto no ha habido
recortes, al contrario). Acusaban al Gobierno Socialista de Gobernar a golpe de improvisación y nos preguntamos como llamar a decir que no se iban a subir los impuestos y luego subirlos, cómo se llama a decir que no se iba a subir el IVA y luego subirlo, cómo se llama decir que no se iba a recortar en Educación y Sanidad y luego hacer los mayores recortes de la historia de la democracia, a decir que no se iba a abaratar el despido y abaratarlo más que nunca. Si ese era su Plan ¿Porqué no lo contaron en campaña electoral? Si no lo tenían planificado, no será que están gobernando a golpe de improvisación.
Tras la aprobación de la nueva Reforma
Laboral, el gobierno del PP ha conseguido en sólo unos meses un retroceso
histórico en los derechos de los trabajadores españoles que creíamos ya conquistados. A las habituales congelaciones de sueldo –que se han venido
haciendo por parte de gobiernos de todos los signos políticos-, se le añade la “luz verde” a los despidos, los ERE
indiscriminados sólo por no tener los suficientes beneficios –que no es lo mismo que pérdidas-,
la aceptación de cambios en las condiciones laborales sin posibilidad de
negociación, las indemnizaciones miserables
por año trabajado, los contratos basura
más basura que nunca… ¿No es ésta una nueva forma de sometimiento encubierta?
Encontramos en los periódicos
innumerables reflexiones de ciudadanos de a
pie, que cuentan sus dramáticos casos. Léase “Ahí está mi nómina” http://elpais.com/elpais/2012/04/28/opinion/1335630250_287389.html,
o “¿Y cómo podré llegar a diálisis?” http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/28/actualidad/1335645227_563276.html .
Y a esta injusta Reforma Laboral, hemos
de añadir una política de recortes salvajes, eso sí, en Sanidad y Educación.
Vamos a llegar al esperpento de que si un trabajador, ojalá no pase nunca, ve
amputada una de sus extremidades por accidente laboral, sea él mismo quien se
pague la prótesis (y si no, haberse amputado las dos… entonces sí que te pagaría
una de ellas la Seguridad Social). Vamos a asistir atónitos a un clamoroso descenso del
nivel cultural y de la preparación académica de los jóvenes que son el futuro de nuestro
país, ese que queremos sacar todos adelante, debido a la reducción de becas, la
subida de las tasas universitarias en un 66% este año y la masificación de las
aulas, medida en la que hemos retrocedido 30 años. ¡¡Menos mal que tomamos como
modelo Europa!!
En 1954, el Papa
católico Pío XII declaró el Primero de Mayo como festividad de San José Obrero, en un claro apoyo a todos los trabajadores y trabajadoras y a la reivindicación de sus derechos en esta fecha. Paradójicamente,
el PP que nos gobierna se declara católico y mañana se entrega a Cáritas una de
las medallas honoríficas del gobierno regional de Esperanza Aguirre. Ni un
poquito se les mueven las conciencias a todos estos católicos piadosos ante tanto despropósito cuidadosamente
planificado para destruir nuestro Estado del Bienestar y conseguir imponer la “Ley
del que Más Tiene”.
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